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Apostando por el innovador cultivo de uva en Mizque
En la región de Mizque (Departamento de Cochabamba) cuatro variedades de uva: Moscatel, Cardinal, Syrah y Tannat son la nueva apuesta de la modalidad "formación con producción" de la carrera de viticultura que impulsa el Centro de Educación Alternativa Thaqu Thaqu con la participación de 25 personas.
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- Varios
Fuente:
- Fundación Educación para el Desarrollo (FAUTAPO)
Hasta hace dos años el cultivo de cebolla, zanahoria y papa eran los que lideraban la agricultura en la zona pero su estancamiento en precio, llevo a 25 personas - 21 hombres y 4 mujeres- a apostar por un cultivo menos convencional como es la uva y desde la gestión 2014 iniciaron un proceso formativo que respalda el manejo que hacen de la vid.
Con el apoyo del Gobierno Municipal de Mizque y el proyecto Frmación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, a través de la Fundación FAUTAPO- se introdujo en 12 hectáreas de 12 comunidades alrededor de 1.350 plantas de uva en cada en los predios de productores. El cultivo de la vid hoy representa una nueva opción productiva en Mizque.
A diferencia de la cebolla u otros cultivos de la zona, la uva promete un mejor retorno de la inversión realizada y menos trabajo de parte de los(as) participantes. “Son variedades precoces que se cosechan en noviembre, fecha en que el precio de la uva ofrece mayores ventajas…por ejemplo, una planta promedio produce 4 kilos x 1.350 plantas que cada productor tiene se llega a obtener Bs. 85.000 de ingresos en un año-Bs. 20 Por kilo-, lo que significaría un ingreso mensual de 7000 Bs.” explica Himber Aceituno, docente de la carrera.
Actualmente, la mayoría de los participantes/productores(as) de la carrera se encuentran en su segundo año. “Primero pusimos el arado y tractor en el terreno, luego hemos diseñado con el ingeniero cómo se van a poner las plantas, después hemos plantado y también puesto los alambres para que guíen los brazos de la uva”, explica Herminia Tola quien es participante de la carrera conjuntamente con su esposo Antonio Ferrufino.
"Hace unos cinco meses que he plantado las uvas en mi terreno…el ingeniero viene a darme clases aquí en mi terreno una o dos veces por semana o cuando le llamo”, señala Roberto Garbizu López quien también es participante de este proceso formativo y quien, de forma innovadora, colocó maní en medio de las uvas para que la hierba mala no pueda crecer en su terreno y de esta manera evitarse el trabajo extra de deshierbar.
El proceso formativo está avalado y certificado por el subsistema de Educación Alternativa y Especial, en coherencia con el modelo socio comunitario productivo. Se lleva tres módulos, según explica Aceituno: el primero de planificación del viñedo y el manejo de la uva que requiere identificar y controlar plagas; el segundo módulo de labores culturales o de limpieza de las plantas donde se aborda los diferentes tipos de podas y fertilización y; el último módulo, de cosecha y comercialización en el que igualmente se enseña cómo transportar el producto al mercado o bodega.
Con respecto a las futuras ventas de la uva para vino, el municipio tiene previsto construir una bodega por lo que el mercado para los(as) productores(as) estaría asegurado. La uva de mesa este tiene buena acogida en Mizque y, algunos participantes, manifiestan que se animarían a vender en Cochabamba.
La variedad Moscatel es una de las más delicadas pero tiene una triple utilidad, manifiesta Garbizu, puesto que sirve para el consumo familiar, la venta y la producción de singani que tiene una buena acogida en el mercado local.
Por su parte, el Centro de Educación Alternativa, Thaqu, participa activamente en este proceso asegurando la calidad educativa y la certificación respectiva que hoy por hoy representa una opción que genera oportunidades para lo(as) productores(as) de la zona y contribuye en las vocaciones productivas del municipio.