Los secretos del durazno en Aiquile

El desarrollo de este proceso formativo se inició la gestión pasada a iniciativa tanto del Gobierno Municipal, la Distrital de Educación y la Fundación FAUTAPO  -que cuenta con el apoyo del proyecto Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia-  y con el  impulso decidido del Director y comunidad educativa del Centro de Educación Alternativa Marcelo Quiroga Santa Cruz. “Los participantes pasan clases en el Centro, en los aspectos teóricos pero realizan un aprendizaje práctico en sus propias parcelas”, explica Lino Flores, técnico de la FAUTAPO. 

Valentín Panoso es uno de los productores que  cuenta con un huerto frutícola de 200 plantas y es parte y es un destacado participante de la modalidad de  “formación con producción “. Señala que el año pasado ya obtuvo en su huerto unos 300 kilos de duraznos que los vendió en el mercado de Aiquile y espera que para esta gestión,  obtendrá  1400 kilos aproximadamente, lo que significará un incremento significativo tanto en experiencia como en ingresos económicos.

“Nos han proporcionado herramientas muy buenas y precisas para realizar las podas a los árboles” explica Valentín a tiempo de indicarnos que la orientación en el proceso de cultivo del duraznos tiene varios secretos como el colocar un buen abono orgánico en el momento de la plantación y lograr una adecuada fertilización, así como también ir formando  los árboles en forma de vaso o copa, lo que quiere decir que el árbol deberá contar con tres o cuatro brazos abiertos que le permitan absorber los rayos solares y otros nutrientes. La poda nos sirve para regular la carga de frutas que soportaría un árbol para no tener problemas en su producción”, explica Panoso.

Rómulo García, quien también es participante del proceso de formación en la carrera de  Fruticultura plantea que este producto dada su variedad y cosecha temprana favorablemente escapa al ataque de algunas plagas y enfermedades, situación que incide en una buena calidad y producción  de los frutos.  En esta misma línea especifico… “las plantas son como los niños…tiene que tener buen alimento, estar limpias y ser bien tratadas para producir bien”.

En el marco de la formación para el  emprendedurismo - materia que pasan en el Centro- Rómulo García, le planteó el desafío de  que los duraznos no sólo podrían ir al mercado local de Aiquile sino que también tendrían la opción de llegar a los mercados de Cochabamba. “Nuestra producción puede estar antes de la típica época de cosecha por lo cual el precio estimado por kilos podría ser de Bs. 30 y mi idea es que también podamos comercializar en los supermercados de la ciudad”, afirma.

Según el personal técnico de FAUTAPO esta carrera se ofrece a productores/participantes en el CEA Marcelo Quiroga Santa Cruz  les brinda la certificación respectiva como técnicos básicos enfatizando en que se acompaña a los participantes tanto en la cosecha como en la post-cosecha. “No es el objetivo formar gente aficionada a la fruticultura, sino productores con altos rendimientos que representen negocios significativos para su propias familias”, expone Lino.

La modalidad de “formación con producción” impulsada por este Centro se desarrolla en las comunidades rurales dispersas de Aiquile con el objetivo de  potenciar rubros productivos agropecuarios que sean de relevancia para la zona.  En este contexto, el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleva adelante en los predios de los participantes y de manera simultánea se generan “unidades productivas”.  Esta modalidad se enmarca en el modelo educativo socio comunitario productivo que impulsa el Estado Boliviano.