José Rejas Salazar, “Apoyamos la formación para lograr desarrollo local”

José Rejas es Alcalde del Municipio de Alcalá (Chuquisaca),  tiene una positiva filosofía de trabajo que le llevo a invertir en lo que es la formación técnica profesional que él considera contribuirá al desarrollo económico local.  Uno de los buenos resultados que su gestión apoya es la implementación de la carrera de producción de manzanas, la misma que está empezando a generar exitosos frutos. Charlando con la autoridad, él nos contó…

¿Cuáles son algunos resultados de estos procesos de formación?

La formación en el cultivo de manzano en las regiones de Alcalá y Limabamba ha alcanzado a  11 comunidades y 48 participantes quienes cuentan con sus propias unidades productivas.  Cada participante inició su emprendimiento con 416 plantines de manzana de la variedad Gala y Fuji que significarán, en las siguientes gestiones, una venta promedio de 41.600 kilos a un estimado de Bs. 10 el kilo, situación que permitirá recuperar las inversiones que hemos realizado, además de convertirnos en el primer municipio productor de manzanas de Chuquisaca.

¿Por qué elegir formación para la producción?

La producción con formación técnica es un modelo que nos ha permitido pasar de la simple teoría conceptual del Desarrollo Económico Local a la práctica real del Desarrollo Económico.

¿Quiénes los principales aliados?

El Centro de Educación Alternativa 20 de Septiembre porque imparte las carreras de Producción de Manzano y Producción de Leche Bovina, pero también la iniciativa agrupa a instituciones como la Cooperación Suiza en Bolivia y la Fundación FAUTAPO. Lo novedoso de esto es que, todo se está articulando con las potencialidades productivas y necesidades de la región. 

¿Cuántas personas se animaron a invertir en la fruticultura?

A la fecha el CEA logró que egresen 61 fruticultures, 25 varones y 36 mujeres. Entre todos los egresados se cuenta con 24 Has. de terrenos cultivados con manzanos.

¿Cuáles los cambios que usted aprecia?

Se ha avanzado mucho porque antes tenían solo huertos de maíz y alrededor de estos cebada o papa y unos cuantos árboles de manzana, de cualquier variedad que solo abastecían al consumo familiar y, lo que se vendía, adquiría poco retorno económico.  Ahora ya se los pueden llamar “Fruticultores”, porque han adquirido esta especialidad y ya trabajan con estándares de producción profesionales y no sólo de aficionados. El salto que se hizo con este proyecto es cualitativo.