Creativa e innovadora, Lily Vargas Pinto

Lily Vargas Pinto, es una de las mejores estudiantes del Centro Integrado Fe y Alegría (CIFA), reconocida por  los docentes por su dedicación y óptimo desempeño técnico.  Actualmente cursa el quinto  de secundaria y paralelamente desarrolla la carrera técnica de electrónica como parte de su formación. Con sólo 16 años, es una joven que denota madurez y compromiso en sus estudios y sobre todo, en la visión que tiene sobre su futuro como profesional.

Lily comenta que antes de su ingreso al CIFA, ciudad del niño de Cochabamba, ella cursaba el secundario en un colegio privado de la capital valluna, hasta que una crisis familiar -la separación de sus padres-, obliga a los mismos a tomar determinaciones  sobre el futuro de la adolescente. La crisis familiar y económica, fueron determinantes  para su alejamiento del Amerinst (como llama ella a su anterior colegio). Pero eso no sería todo, también tuvo que cambiar de  domicilio, estableciendo como nueva residencia Villa Taquiña, zona cercana al CIFA.

Asumir su nueva condición familiar, no fue algo simple, “…al principio fue lo peor que me pudo haber pasado” comenta Lily, pues todos sus planes iniciales de vida, parecían irse por la borda. Sin embargo esos  cambios fueron acomodándose poco a poco. 

El doble bachillerato, humanístico-técnico, que ofrece el CIFA, fue la posibilidad más óptima para que Lily no sólo se anime a continuar sus estudios, sino para que identifique  que sus potencialidades estaban enmarcadas en lo técnico; es así que decide inscribirse en el área de la electrónica, “...es una carrera que me encanta y me desenvuelvo muy bien en ella, he llegado a metas que ni pensaba...”, comenta Lily.

Gracias a los conocimientos adquiridos en el Centro, Lily ha desarrolla un proyecto sobre “Sistema de llenado de líquidos automatizado”, el mismo que fue presentado en la Feria de Innovación Tecnológica realizada en Potosí en la gestión pasada.

Para Lily, una de las ventajas de acceder a una carrera técnica, es el “ahorro” en los años de estudio a decir de ella, además de la oportunidad de trabajar en una etapa más temprana, gracias a una formación técnica de calidad, situación que la pone en ventaja en relación a otros jóvenes que realizan solamente estudios de bachillerato humanístico. “El CIFA te ofrece trabajar con equipos y materiales adecuados, aspectos que me ayudaran a lograr buenas competencias que me situarán como una buena profesional”, comenta la joven estudiante de electrónica.

Los planes de Lily apuntan a continuar su formación en la  universidad o en algún instituto técnico superior, pero en la línea de la electrónica. Su mayor pretensión, sigue siendo ser la mejor estudiante, para de este modo mejorar sus posibilidades laborares y apoyar a su familia.

El CIFA, es uno de los ocho institutos de Fe y Alegría Bolivia que recibe el apoyo de la Cooperación Suiza en Bolivia para desarrollar prácticas educativas que mejoran la calidad de la formación de sus estudiantes y personal institucional. 

Por. Emilio Arze/Formación para el Trabajo                                                                                                                                                                                                                                                 Reportaje 1/Cochabamba/Junio/2014