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Simón Lira: “Mi corazón es rojo, amarillo y verde pero me gusta Andalucía”

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Fecha: 
13 Agosto, 2013

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Autor: 
Denisse Hanna Z.

Siete personas emprendedores de Aiquile (Cochabamba), que recibieron apoyo del proyecto Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, son actualmente considerados como personas ejemplares y con mucha iniciativa.  Ellos y ellas se atrevieron a soñar y hacer cosas para mejorar sus condiciones familiares y las de su hermoso pueblo, como es el caso de Simón Lira.

Él es un destacado confeccionista de Aiquile, que empezó su formación a los 15 años con un maestro quien le enseño la confección de pantalones de vestir.   A sus 20 años se lanzó a capacitarse en un curso de confección textil promovido por la Fundación FAUTAPO y la Cooperación Suiza en Bolivia.  Hoy, sus logros, le permiten sustentar a su familia y también ofrecer trabajo a otras personas que saben del rubro.

Simón y su esposa, a quien visitamos como proyecto de Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, nos recibieron en su taller.  Nos contaron algo de sus vidas, su trabajo, viajes por el mundo, su pequeña hija y la fortaleza que sienten para seguir creciendo profesionalmente.

“Cuando no estaba en el Centro, me engañaban cada vez que me vendían algunas máquinas”,  recuerda Simón quien ahora sabe que todo lo que aprendió le sirve.  “Ahora armo o arreglo una máquina en media hora, antes eso me tomada un día entero”, afirma contento.

Andalucía es el nombre de su taller en el cual trabaja con su esposa, “la jefa y administradora”, dice Lira.  Le puso este nombre a su taller porque luego de su formación también se fue, por cuatro años, a vivir a Andalucía en España donde trabajó en una fábrica de costura en la que se vendían los mandiles que usan los bailarines de flamenco.  En España nació su bonita hija y pese a que les fue muy bien, también extrañaron sus raíces y regresaron a Aiquile.  Pusieron su negocio, “Andalucía”, para que les recuerde a esa bella ciudad  y las experiencias que tuvieron.

 “Volví a la costura en Aiquile, compre algunas máquinas y con mi esposa pusimos un taller más moderno”, dice Simón quien costura buzos, poleras y chamarras deportivas.  Su esposa, por su parte, se dedica a la costura de la moda de cholita con blusas y polleras de variados colores.

Cuenta que vende sus productos a colegios de la zona, que ellos son sus clientes frecuentes, pero que también tienen otros consumidores como las asociaciones, los profesores y gente en las ferias locales.  El costo de un buzo es de 70 Bs. y generalmente las ganancias son de Bs. 35 por buzo, nos explica, a tiempo de indicarnos que la producción de una prenda le toma poco menos de una hora.

“Ya ni tengo tiempo para ir de fiesta”, expresa Lira quien compró dos nuevas máquinas para su taller de costura y se siente orgulloso de ser un líder en la moda deportiva de Aiquile.  

 “Siento que la confección es lo que más me gusta, estoy tan alegre de esto que a veces tengo ganas de saltar de felicidad”, afirma tras destacar que está agradecido por los conocimientos que adquirió en su formación técnica profesional.

Nos despedimos de Simón Lira convencidos de la buena calidad de su trabajo pero también de la fortaleza que le dio la formación técnica que hoy le permite sostener a su familia. Esta es la historia de un joven que encontró oportunidades para volver a su país y contribuir a su desarrollo.