La formación técnica se fortalece en Mizque

El gobierno municipal de Mizque puso el pie en el acelerador para apostar por la formación técnica de sus pobladores, en una política que está llevando a mujeres y hombres a descubrirse como una sociedad con positivas habilidades y mostrar novedosos emprendimientos que contribuyen al desarrollo local.

Jhonny Pardo Ramírez es el actual alcalde de Mizque, una persona activa que sinceramente declara que ha copiado la experiencia de la educación técnica de otras regiones.  Desde que tomaron los buenos ejemplos indica que no repararon en destinar recursos y abrir las carreras que tengan demanda social, tanto para el área urbana como rural del municipio, y que paulatinamente  están logrando satisfacer las demandas del mercado. 

Hasta hace dos años, cuentan sus pobladores, que las tortas de cumpleaños, de las bodas y las flores – como los claveles- se traían desde la ciudad de Cochabamba  y no todos podían acceder a estos costosos servicios.  Pero esto paso a la historia porque desde que la gente se ha formado y puedo concluir sus procesos formativos en el mismo municipio en las especialidades de panadería, pastelería, floricultura, vitivinicultura, productos cárnicos, construcción de viviendas y confección textil, los cambios son evidentes. Hoy, por ejemplo, la gente de Mizque puede  adquirir un delicioso pan o una excelente torta para un cumpleaños teniendo la certeza de que consumirá un producto de calidad en el tiempo requerido y con el precio justo, esto gracias al impulso que se realizó en la formación técnica de los pobladores. Esto además permite generar fuentes de empleo para jóvenes en nuestra población.

“Si se necesitan educadores los buscamos o establecemos alianzas”,  afirma Pardo a tiempo de comentar que el mismo municipio contrató, otros años, a educadores para que puedan abrirse algunas carreras técnica y que, favorablemente, en estos años la misma alcaldía se movilizó para que los facilitadores obtengan una remuneración desde el Ministerio de Educación y que las carreras cuenten con el reconocimiento académico necesario.

Detallando algo de historia, la formación técnica en Mizque tomo impulso el 2010 cuando se apuntaron  48 participantes a las carreras que se ofrecían, pero en la gestión 2012 se dio un salto sustancial ofreciendo  seis carreras en las que participaron 170 personas jóvenes y adultas. A esto también se sumó que el Ministerio de Educación brindó 5 ítems para el área de educación técnica, indica el alcalde.

 “Tenemos como 50 participantes en corte y confección en el área rural y prácticamente el educador está obligado a tener varios horarios”, indica  el director del Centro de Educación Alternativa “Thaqu Thaqu”, Prof. José Torrico Villarroel, quien orgulloso expresa que la gente mizqueña siente que hay oportunidades en este territorio.

Por lo que uno puede apreciar, los mizqueños son dados a abrirse a nuevas posibilidades, como es el caso de Rosalía Velázquez quien desde el año pasado se forma en la carrera de floricultura y tiene en su mismo terreno alrededor de 700 plantas con claves de diversos colores, además que un técnico facilitador la visita semanalmente para enseñarle cómo realizar el manejo, cosecha y pos cosecha de la plantación.  “Vendo entre 30 a 40 docenas de flores por semana en el mercado local”, expresa contenta porque el tiempo que le dedica son unas pocas horas y los rendimientos económicos ascienden a los 400 Bs. por semana.

El director del CEA Thaqu Thaqu indica que la progresiva cualificación profesional de los mizqueños es resultado de contar con aliados comprometidos como el gobierno municipal y la Fundación FATUAPO, esta última institución que cuenta con el apoyo del proyecto de Formación Técnica Profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia.  “La alcaldía nunca nos ha negado nada porque toma en cuenta que todo esto retorna para el mismo pueblo”, dice el Director.

Gran parte de los emprendimientos que nacen a partir de la formación técnica son apoyados  por el proyecto Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, a través de la Fundación FAUTAPO.  Un ejemplo claro es la carrera de embutidos cárnicos que sacan al mercado los productos que elaboran en clase y generan también recursos con la idea de autosostener la carrera.  Ricos chorizos, enrollados, jamones y otros son productos que están ya en el mercado local y ciertamente están logrando más consumidores.  “Prefiero trabajar con FAUTAPO porque tiene la experiencia necesaria y sé que los técnicos hacen un seguimiento cercano”, concluye Pardo.

En los siguientes años los 20 vitivinicultores que en estos años se están formando y tienen sus propios cultivos de vid, también pueden apreciar un futuro abierto porque la alcaldía está planificando rehabilitar las bodegas que hay en la zona y reactivar un producto que tiene un seductor mercado en todo el Departamento de Cochabamba.

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