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La Fautapo y el municipio brindan la oportunidad Jóvenes pueden acceder a becas gratuitas y trabajo

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Fecha: 
11 Marzo, 2013

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En 2008 Claudia Andrea Nattes Cayoja era una joven madre con menos de 20 años de edad y a su cargo tenia a su niña de 4 años. Ella estaba sin recursos suficientes para costear una carrera profesional en algún centro educativo de la ciudad. Esta situación la desesperó, pero mayores fueron sus deseos de superarse, y es así que a principios de este 2013 está a punto de consolidar su microempresa de panadería y con clientes que recomiendan sus productos por la calidad y el buen servicio que ofrece. Claudia se convirtió en una mujer exitosa gracias a la formación profesional que recibió, y continúa desarrollando con las becas gratuitas que fomenta la fundación Fautapo y que apoya el municipio de Santa Cruz.

Historias que cambian gracias a la formación. “No tenía dinero para estudiar y mis padres tampoco podían ayudarme, tenía que hacerme cargo de mi hija y comencé a buscar trabajo y fue en el periódico donde leí el aviso de las clases gratuitas, me aventuré a llamar y tener más datos. Ahora mi negocio ya está creciendo y estoy contenta por ello”, es el relato de esta joven madre que luego de pasar penas, llegó a pensar que para ella no existía un futuro prometedor. Claudia reunió los requisitos para acceder a una de las becas y eligió los cursos de panadería y repostería, que luego de 7 meses de clases intensivas consigue trabajo en una importante cadena de supermercados locales, donde desarrolla más sus habilidades y luego de dos años de experiencia laboral, consigue establecer su microempresa en su domicilio, que le generan ingresos que superan los 1.000 bolivianos, trabajando solo los fines de semana. “Ahora puedo mantener a mi hija con mi trabajo”, relata con mucha alegría.

Hay que seguir creciendo. Pero Claudia considera que seguir fomentando su educación la hará más competitiva, y por ello está a punto de comenzar un nuevo ciclo de estudios, que le permitirán a futuro consolidar una microempresa, y sabe que tiene que salir adelante para conseguir recursos para materia prima que le permitan arrancar con buen capital. “Esto es un gran beneficio para nosotros los estudiantes que pensamos en crecer como emprendedores”, comenta Claudia, que ya tiene en mente trasladar su panadería a un lugar más apropiado.

Brindan apoyo económico para el transporte. La ayuda tiene un plus para los estudiantes, pues reciben 12 bolivianos diarios para cubrir parte de su transporte y así asegurar su asistencia a clases. “Los alumnos deben asumir el compromiso de no faltar a clases”, comenta Julia Vaca, representante de la fundación Fautapo, que apoya esta iniciativa. “El municipio contrata los servicios de los institutos que oferten los cursos aquí citados, para que los jóvenes puedan estudiar”, aclara José España, director municipal de educación.