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Una oportunidad integral para la vida y el trabajo

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Fecha: 
7 Diciembre, 2016

Fuente:

Autor: 
Jimena Rojas

La gran mayoría de las y los bolivianos, no están formados para realizar un trabajo de calidad que les permita mejorar sus condiciones de vida, al no haber desarrollado las competencias y conocimientos necesarios para desenvolverse en el mundo del trabajo y la producción, en función a sus expectativas y necesidades y a los requerimientos de la demanda laboral real.

Por ello, desde la gestión 2005 la Fundación Educación para el Desarrollo (FAUTAPO) fue construyendo sus opciones conceptuales, metodológicas e instrumentales para orientar el desarrollo de sus acciones entendiendo que la formación técnica integral para el trabajo y la producción es esencial para los dos objetivos fundamentales de una estrategia de desarrollo exitosa que se pueda sostener en el tiempo: el crecimiento y la equidad, al posibilitar una mayor producción y productividad y dar acceso a los frutos de dicho crecimiento a los sectores más postergados. FAUTAPO concibe la formación técnica integral como una estrategia de lucha contra la pobreza, en tres dimensiones: a) como un hecho educativo que desarrolla en las personas sus competencias para la empleabilidad y el emprendedurismo; b) como un hecho laboral porque mejora sus condiciones de ingreso al mundo deltrabajo con empleo o emprendimiento y; c) como un hecho económico porque genera recursos que les permiten mejorar sus condiciones de vida y aportar al desarrollo del país.

Este enfoque integral de formación está centrado en la persona y no sólo en las necesidades del mercado, desarrollando competencias específicas para el desempeño en una ocupación y también competencias para la vida en sociedad, en la comunidad, recuperando trayectorias familiares y de vida, reconociendo, desde el diseño de las acciones formativas ligadas a la producción, que las y los destinatarios de la formación tienen un sexo, una edad, una historia y se sitúan en un contexto socio cultural desde donde construyen su proyecto de formación, de ocupación y de vida.

Bajo este enfoque, fautapo fue configurando y reconstruyendo sus modelos de intervención que han generado cada vez más impacto en la vida y el trabajo de las personas, promoviendo que actores públicos y privados se involucren y le den sostenibilidad al trabajo efectuado.

Estrategias para promover la inserción laboral

La población boliviana es mayoritariamente joven y el contexto laboral muestra la inserción laboral a muy temprana edad, especialmente de las y los jóvenes que provienen de sectores sociales mas deprimidos a los que los entornos laborales les ofertan bajos salarios y con altos índices de vulnerabilidad social, en ocupaciones que requieren escasa calificación y poca especialización, en los que se evidencian también patrones de discriminación hacia las mujeres.

Es en ese contexto y como una estrategia de lucha contra la pobreza y el desempleo juvenil, que fautapo priorizó el trabajo con este grupo poblacional, diseñando un programa para mejorar las condiciones de ingreso de las y los jóvenes en el mundo del trabajo, en empleo o generación de emprendimiento: el Programa de Formación Técnica Laboral para Jóvenes, con financiamiento de las embajadas de Holanda y Suecia.

Desde el inicio se concibe como un programa multiactoral pues comienza con la creación de espacios de articulación entre actores públicos y privados concernidos por el tema; el proceso de formación se hace sostenible en el marco de esas alianzas estratégicas multiactorales, en las que los gobiernos municipales cumplen una función central en el relacionamiento de la oferta formativa con la demanda laboral, como espacios dinamizadores del desarrollo socio económico local.

La propuesta es integral: “una oportunidad para la vida y el trabajo”, desarrollando en las y los jóvenes, habilidades, destrezas y competencias para el ejercicio pleno de su ciudadanía y su ingreso al mundo del trabajo, con una formación para la empleabilidad y el emprendedurismo, basada en el enfoque de competencias laborales, la promoción de la equidad de género y el cuidado del medio ambiente.

El trabajo se realiza desde y en estrecha colaboración con los gobiernos municipales de Cochabamba, La Paz, Oruro, Santa Cruz y Sucre, que cofinancian al programa con recursos de contraparte. La participación del sector productivo representado por micro, pequeñas, medianas y grandes empresas es fundamental en la definición de competencias a desarrollar, la apertura de espacios de prácticas laborales y el cofinanciamiento de las mismas.

La experiencia institucional sirvió de base para el diseño de políticas públicas nacionales a través de la creación del programa Mi Empleo Digno y el programa de atención a personas con discapacidad por parte del Ministerio de Trabajo, contando en su inicio con el apoyo técnico, financiero y capacitación de sus recursos humanos por parte del programa.

En respuesta a necesidades detectadas se crearon dos nuevos programas: uno dirigido a buscar formas innovadoras para informar, orientar y realizar intermediación laboral con jóvenes no participantes del programa y otro a potenciar las unidades productivas creadas por mujeres del programa.

Es así que en el trabajo de coordinación multiactoral se ha logrado la articulación de tres redes interinstitucionales público-privadas en La Paz, Santa Cruz y Sucre, que ejecutan el proyecto de Centros de Jóvenes y Empleo (CJE) que otorgan servicios de acogida, información, asesoramiento y derivación hacia instituciones que trabajan con la población objetivo en las temáticas, de formación, empleabilidad, empleo y emprendimiento. El objetivo del proyecto “Todo se puede: jóvenes madres jefas de hogar emprendedoras por una vida mejor” es incrementar la productividad, competitividad, acceso a mercados y generación de ingresos y empleo en las unidades productivas de mujeres emprendedoras de diferentes sectores productivos y de servicio que han pasado por procesos formativos, a través de procesos de formación integral, asistencia técnica y acompañamiento a sus planes de mejora, facilitando además el acceso a servicios complementarios que propicien la conciliación de lo laboral con lo familiar.

Algunas lecciones aprendidas
La intervención tiene que ser integral y contribuir al empoderamiento social y económico de hombres y mujeres, fomentar el desarrollo productivo sostenible y equitativo a través de la vinculación de la producción con la formación, comprendiendo que el campo formativo se constituye en un ámbito fundamental para la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres, para la inclusión y respeto de las diversidades culturales; para el trato amigable y sostenible de la naturaleza y la salud ocupacional de las y los trabajadores y productores.

La activa participación de los actores involucrados en todas las fases de implementación de acciones, desde el diseño hasta la evaluación de impactos, proceso en que la construcción de alianzas estratégicas multiactorales públicoprivadas genera la apropiación y al mismo tiempo garantiza la sostenibilidad. El programa y los dos proyectos recibieron mayor cantidad de postulantes de los que se puede atender, lo que muestra la pertinencia de su accionar. Si bien los gobiernos locales han definido políticas públicas para el desarrollo económico y social y han consolidado recursos para continuar las acciones, requieren aún del apoyo técnico de fautapo.

Desafíos pendientes

Formar para la empleabilidad exige formar para un aprendizaje permanente y complejo que implica: aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser, para desarrollar en las personas, competencias que aumenten sus habilidades para la búsqueda de trabajo, mantenimiento de trabajo y/o generación de emprendimiento.

A pesar de los avances normativos para la formación técnica para el trabajo y la producción, aún quedan temas pendientes a resolver como el de su institucionalidad; articulación intersectorial; relacionamiento entre niveles nacional, regional y local; alianzas estratégicas público-privadas; enfoque metodológico; certificación de saberes y competencias y formación de docentes y facilitadores(as), en los que fautapo espera aportar desde su experiencia de trabajo y compromiso.