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Tijeras y telas, los moldes necesarios para una vida mejor

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Fecha: 
9 Octubre, 2012

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Filomena Taboda, es una mujer Chuquisaqueña muy jovial que se formó en el Centro de Educación de Adultos San Xavier “C”, habiendo egresado en  la gestión 2010 de la carrera de confección de Ropa Típica.  Ella aprendió a confeccionar ropa de cholita, polleras, blusas y algunas mantas que son parte del programa educativo que se brinda en el Centro por el lapso de un año.   Luego de haberse graduado, ella definió abrir un taller en la zona de Horno K’asa de la ciudad de Sucre en Chuquisaca con sus propios fondos y con el firme apoyo de su familia.  En su espacio de trabajo tiene una máquina plisadora, una recta, dos pequeñas mesas y sus fierros que le permiten un perfecto plisado de las típicas polleras de cholita que se usan en la zona.   “No pensaba que en tan poco tiempo tendría mi propio negocio y que crecería tanto, al punto de que también mis hijos van a Argentina a recibir varios pedidos”, expresa contenta Filomena a tiempo de comentar que su proceso de formación fue muy bueno y práctico, situación que hoy le permite tener mucha seguridad con las tijeras y las telas que están a su alcance.

Las polleras que se venden con mayor frecuencia en esta temporada, según nos cuenta Filomena, son las que tiene los colores de moda: el “mentisan” (verde), “hormiga” (entre café y rojo) y “remolacha” (rojo intenso) y los costos de las mismas dependen del número de paños que se vaya a usar.  Por ejemplo, si una pollera necesita cuatro paños está alrededor de los Bs. 200 o si tiene seis paños alcanza a Bs. 300. “Cobramos por el número de paños y detalles que quieren las clientas”, añade Taboada cuando nos muestra  sus diseños y confecciones realizadas. 

Al principio ella no estaba segura de que las ganancias  de este negocio le servirían para pagar su alquiler y aportar a su economía familiar. Hoy,  con la fortaleza adquirida, manifiesta que está segura de poder salir adelante y que el haberse lanzado a estudiar para mejorar sus habilidades,  pero también haber recibido un pequeño  apoyo para  desarrollar su propio  emprendimiento,  le permite atender a una buena aparte de sus necesidades y las de su familia.  Lo bueno es que no hay “ropa americana” para que usen las cholitas, dice  pícara, para explicarnos que el mercado para este tipo de productos es amplio ya que la mujer de la zona usa principalmente este tipo de vestimenta.

Nos dependimos de Filomena en medio de tijeras, telas, cortes y moldes que son parte importante de su vida, todo esto con la certeza de que ella dio un paso importante en su vida, pero también en la moda y costura de Chuquisaca.