Mujeres que conquistan nuevos espacios de trabajo

No es ninguna novedad que las mujeres estén insertas en el rubro de la construcción, aunque usualmente su participación se encuentra reducida a la ayudantía, lo que implica largas jornadas de trabajo poco remunerado. Sin embargo, muchas mujeres constructoras incursionan en este rubro desde otra perspectiva: la capacitación y especialización.

El poseer conocimientos amplios sobre obra gruesa, obra fina, instalaciones eléctricas y sanitarias, pintura, muralismo, entre otras áreas de la construcción, permite a las mujeres constructoras insertarse de manera competitiva en el mercado, con mano de obra calificada. Este es uno de los puntales del proyecto de Red Hábitat, organización dedicada a la formación de mujeres constructoras del hábitat,  que fomenta, además, mecanismos asociativos como microempresas, o sociedades accidentales para que el trabajo se desarrolle desde la lógica colaborativa.

“Para muestra basta un botón” es una  iniciativa del proyecto de Formación técnica profesional de  la Cooperación Suiza en Bolivia junto a Conexión Fondo de Emancipación,  que buscó identificar buenas prácticas que hayan demostrado resultados a favor de la mejora de capacidades y formación técnica con equidad de género y que estas acciones tengan un alto potencial de replicabilidad y sostenibilidad.

En este marco fueron seleccionados seis proyectos que, como el anterior ejemplo,  lograron de manera efectiva y creativa mejorar la calidad de vida de las mujeres. Estos proyectos fueron: “No le des el pez, enséñales a pescar” (Centro de Promoción Agropecuaria Campesina- CEPAC) que buscó visibilizar el rol de la mujer en la piscicultura, así como sensibilizar sobre derechos económicos de las mujeres a partir del liderazgo de ellas en esta actividad; “Mi primer trabajo” (Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza) promueve la inserción laboral de jóvenes mujeres y varones a partir de la proyección de un plan de vida que incorpore lo personal, laboral y familiar desde una visión integral, además de promover conciencia de sus potencialidades y confianza en sus habilidades y capacidades de negociación.

Otros proyectos donde se identificaron buenas prácticas fueron: “Integrando a las mujeres bolivianas en la justicia económica” (Fundación Levántate Mujer) que busca motivar capacidades emprendedoras de mujeres que viven situaciones de violencia, para que a partir del aprendizaje de un nuevo oficio ellas puedan mejorar su autoestima, sentirse activas económicamente y fortalecidas para hacer respetar sus derechos; “Capacitación CEFE: una herramienta para la formación integral de emprendedores y emprendedoras” (Fundación Trabajo Empresa) está dedicada a la formación de jóvenes y mujeres emprendedoras para que sean capaces de generar sus propios emprendimientos compitiendo en condiciones que les permitan insertarse de mejor forma en los distintos mercados; “Hombres y Mujeres re-forestadores con plantines maderables en Concepción, Ñuflo de Chávez” (Fe y Alegría), iniciativa que pretende generar conciencia ecológica de respeto y responsabilidad por el medio ambiente, promoviendo el protagonismo de las mujeres de este municipio a partir de su capacidad en el manejo de los platines y de los procedimientos de forestación en coordinación con sus comunidades.

El reconocimiento a todas estas buenas prácticas desde la Cooperación Suiza en Bolivia y a través de Conexión Fondo de Emancipación, consiste en la dotación de semillas, herramientas, equipamiento de distinta índole y difusión de las experiencias para potenciar su desarrollo y la posibilidad de replicar en otros contextos.