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La oferta y demanda por educación técnica
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- Formación técnica profesional
En las siguientes líneas haremos un balance descriptivo de la oferta y demanda por formación técnica en el país, así como de los recursos disponibles frente a las necesidades de capacitación. Como veremos, es particularmente difícil el acceso a información estadística actualizada, lo cual dificulta un análisis más estructurado en estas dos dimensiones; sin embargo, se ha hecho el esfuerzo de reunir la información más actual disponible de fuentes oficiales para intentar dimensionar las capacidades y necesidades de formación técnica en el país.
Bajo la Ley Educativa 070 la orientación productiva de la educación ha cobrado mayor relevancia. La oferta de formación técnica se distribuye de la siguiente manera en los tres subsistemas de educación: a) el Bachillerato Técnico Humanístico (bth) dentro del Subsistema de Educación Regular (ser), con mayor peso relativo dentro la oferta, b) bajo el Subsistema de Educación Alternativa y Especial (seae) se ofrece la Educación Técnica de Adultos (eta) y la Educación Permanente; c) en el Subsistema de Educación Superior de Formación Profesional (sesfp), se tienen los Institutos Técnicos y Tecnológicos con niveles de certificación de técnico medio y técnico superior y dentro del sistema universitario, la oferta se encuentra a nivel de pregrado con una certificación de técnico superior.
La oferta
Educación Regular
En el ser, el bth aún no se encuentra implementado en todas las unidades educativas a pesar de que el Ministerio de Educación anunció, en enero de 2013, el inicio del proceso de transición. En términos de oferta, de acuerdo al Sistema de Información Educativa (sie), existen 4.695 unidades educativas que ofertan educación secundaria y por tanto la oferta potencial de educación técnica en el ser. Por otra parte, en 2011 existían 27.885 docentes para cubrir los requerimientos de este nivel en las escuelas públicas.
Educación Alternativa
La información del Viceministerio de Educación Alternativa y Especial de 2012 da cuenta de 655 Centros de Educación Alternativa (cea) de los cuales 405 ofrecen Educación Técnica de Adultos (eta). El 60% de estos últimos se encuentra en el eje central del país (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba) y aproximadamente un cuarto (26%) en el área rural.
Las carreras ofertadas se encuentran mayoritariamente en los sectores de la industria y servicios (95%). En el sector industria encontramos generalmente carreras relacionadas a la elaboración de artesanías, tejidos, etc. y no a carreras ligadas al sector industrial moderno, esto por el limitado equipamiento y especialización de las carreras. Este carácter se ve condicionado, en parte, por el alto porcentaje (76%) de locales educativos que están en calidad de préstamo, alquiler u otra modalidad (usualmente los cea comparten infraestructura con Educación Regular);
sólo el 24% son propios (preabol-me, 2013).
Esta condición impide, desde el punto de vista legal, la inversión en infraestructura y por tanto el potenciamiento de las carreras. Por otra parte, en lo tocante al personal docente en Educación Alternativa1 existen 5.417 docentes, de los que 65% son normalistas, 17% tienen nivel técnico, 7% nivel de licenciatura y el 11% restante es bachiller o tiene otra formación. Esto nos sugiere la fortaleza de la oferta en sus capacidades técnico-pedagógicas pero dificultades en su especialización técnica.
Educación Superior de Formación Profesional
En el país existen 102 Institutos Públicos de Formación Técnica, Tecnológica, Lingüística y Artística (me-vesfp, 2013) y 176 institutos técnicos privados legalmente reconocidos y con Resolución Ministerial de autorización de funcionamiento vigente2 (me-vesfp, 2011). El 71% de los institutos públicos se encuentra en el área urbana y el restante en el área rural.
Por departamentos, la oferta se encuentra concentrada en el eje central además de Potosí.
Por otra parte, 63% de los institutos privados se encuentra en el eje central. La oferta de carreras se concentra en servicios e industria, en este caso podemos encontrar carreras orientadas al sector industrial moderno. Los institutos cuentan con 2.368 docentes y 561 personas entre directivos y administrativos.
Finalmente, en educación universitaria técnica existen 13 universidades públicas que ofertan carreras principalmente del nivel técnico medio y superior.
La demanda
Educación Regular
Si bien la educación técnica en el nivel secundario no se encuentra implementada en su totalidad, la población matriculada en este nivel nos da al menos una idea de su demanda potencial.
El gráfico 2 muestra la evolución de la matrícula en secundaria desde la promulgación de la Ley 070. En 2013 habían 1.112.722 inscritos, 75% de los cuales se encuentra en el área urbana. Sin embargo, esta cifra aún no alcanza a cubrir a toda la población en edad para asistir a este nivel educativo, pues la cobertura bruta sólo llega a 82%. Se estima además que anualmente 3,5% de los alumnos abandona la secundaria, convirtiéndose en más rezago escolar y/o abandono definitivo, sólo 55,8% logra concluir este nivel educativo (udape, Dossier N° 23).
Educación Alternativa
La evolución histórica de la demanda (Gráfico 3) por formación técnica en el seae muestra que entre los años 2004 y 2012 se produjo un incremento de 33%; sin embargo se observa una caída a partir de 2008; este comportamiento
en forma más pronunciada se observa también en el Subsistema de Educación Regular. Aún se analizan las causas de este comportamiento: se mencionan factores como la creciente migración durante los últimos años (el Censo 2012 reporta una migración al exterior de 489.559 personas) y/o los cambios y ajustes en los métodos de recojo de información por parte del Ministerio de Educación. En 2012 se registran 89.562 participantes concentrados principalmente en carreras a nivel técnico básico y técnico auxiliar (92%).
No se encuentra información estadística posterior al año 2009. Según un estudio elaborado por el veaye a través del Programa de Apoyo al Sistema Nacional de Educación Alternativa en Bolivia (preabol), para el periodo 2008-2009 se estima 60.117 participantes en eta; de confirmarse se estaría revelando una caída aún más pronunciada de la reportada por el Sistema de Información Educativa (SIE).
Educación Superior de Formación Profesional
En el año 2013 en los 102 institutos públicos de formación técnica había 45.496 participantes inscritos en todo el país localizados principalmente en el eje central del país (70%). Por su carácter, otorgan principalmente la certificación de técnico superior 88% y 75% de los participantes se encuentra en carreras del sector servicios.
No existe información sistematizada de la matrícula en institutos técnicos privados; sin embargo, en artículo de prensa del periódico La Razón del día 28 de enero de 2013 se indica que por información remitida a este medio de
prensa por el Ministerio de Educación, hay 71.181 alumnos en institutos privados.
Con la información disponible del sistema universitario, se ha hecho una aproximación de la matrícula en carreras que otorgan certificación a nivel técnico, de esta manera encontramos a 23.749 personas bajo esta modalidad.
El desafío
No obstante las transferencias condicionadas que implementa el gobierno, el estudiante sigue enfrentando dificultades para concluir su formación. La tasa de asistencia, tanto en el área urbana como en rural, empieza a caer a partir de los 13 años de edad. Al llegar a los 25 años, en el área urbana sólo un tercio de los jóvenes asiste a algún centro de formación y menos del 10% en el área rural. Esto se traduce en bajos niveles de escolaridad: 9,5 años (11 en el área urbana y 5.6 en el área rural).
¿Dónde se encuentran los jóvenes si no asisten a la escuela? En los gráficos 5 y 6 se muestra la evolución del porcentaje de la Población Económicamente Activa respecto a la población total por edad simple (también denominada Tasa Global de Participación por edad simple), representa la participación o incorporación de la población al mercado de trabajo. Tanto en el área urbana como en el área rural se observa un permanente incremento, junto a la tasa de empleo, a la par que la asistencia disminuye.
Esto revela la temprana incorporación de los jóvenes al mercado laboral con un escaso nivel de cualificación lo cual condiciona bajos niveles de productividad y consiguientemente bajos niveles de remuneración. Esta población es, por tanto, la potencial demandante de formación técnica.
Con el propósito de aproximar una estimación de la demanda potencial por educación técnica, se ha construido el cuadro 1. Se refiere a la población entre 15 a 45 años de edad que no asiste a ningún centro de formación, según máximo nivel de instrucción aprobado. La población que no logró concluir la secundaria sería candidata a la modalidad de educación alternativa, mientras que la que ha concluido sería candidata a educación superior técnica.
En el área urbana, el 69% de la población tiene un nivel de instrucción menor o igual al nivel secundario, lo que representa más de 1,6 millones de personas. En el área rural, este porcentaje es de 92% lo que representa aproximadamente un millón de personas. Este grupo de más de 2,6 millones de personas en todo el país sería demandante potencial de Educación Alternativa Técnica o de Educación Superior Técnica.
Es evidente que este dato es sólo una referencia amplia de la demanda potencial ya que en realidad toda persona por encima de la edad escolar sería demandante potencial de capacitación técnica. Por ejemplo, se observó que ciertos participantes con formación universitaria, estudiantes universitarios, docentes, etc. asisten a ofertas de formación técnica en los cea o institutos técnicos ya sea para lograr especialización, complementar la formación universitaria o para lograr ciertas habilidades con la perspectiva de emplearlas en el hogar, etc. Sin embargo, esta no parece ser la generalidad, ya que la educación alternativa sigue orientada a personas que por alaguna razón no pudieron concluir la educación regular y los institutos técnicos son una opción de formación para jóvenes bachilleres con dificultades para continuar estudios universitarios de larga duración y con necesidades de ingresar al mercado laboral. Por tanto, la estimación puede servir para darnos una idea del desafío que enfrenta la educación técnica en el país.