Institutos mejoran para dar más opciones de empleo a los jóvenes

Los futuros técnicos de seis departamentos podrán mejorar sus oportunidades de encontrar un trabajo con ayuda de cuatro instituciones privadas que implementan un proyecto que, con ese fin fortalecen 47 carreras de 20 institutos especializados del país.

La propuesta es parte del proyecto “Fortalecimiento de centros de formación técnica en áreas urbanas” implementado en La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Tarija por el programa de coordinación en salud Integral (Procosi) y el centro de Multiservicios Educativos (Cemse).

La iniciativa, que se inició en marzo de 2015 y concluirá en octubre de 2017, tiene tres objetivos: adecuar la infraestructura de las 47 carreras seleccionadas y mejorar su equipamiento; promover alianzas para asegurar fuentes de trabajo para los egresados; y reforzar los procesos de gestión organizativa-administrativa y de gestión pedagógico-curricular de docentes y directores de los institutos técnicos superiores (14 públicos, 4 privados y 2 de convenio).

Este trabajo, financiado por la Cooperación Suiza, posibilitará que los estudiantes de especialidades técnicas cuenten con una mejor formación y mayores opciones de encontrar un trabajo o iniciar un emprendimiento propio, lo que a su vez les permitirá generar sus propios ingresos y contribuirá a disminuir la pobreza y la inequidad en los seis departamentos, explicó el director del Cemse, Federico Escobar.

PRÁCTICA. El educador detalló que como primer paso se entregaron Bs. 15 millones a estos centros técnicos, 750.000 a cada uno, para la adquisición de equipamiento y arreglo de infraestructura, capacitación de docentes, mejoramiento organizativo de sus carreras –de dos a tres por centro de educación- y monitoreo y evaluación de resultados.

Claudia Arandia, responsable de proyecto, precisó que el consorcio Procosi-Cemse capacitará a su vez a directores, docentes y administrativos en temas de inserción laboral como género, empleabilidad y emprendimiento con otros B. 15 millones, provenientes también de recursos suizos.

“Ya se ha empezado a capacitar a algunos docentes en temas como género para que ellos puedan incorporar este enfoque en los institutos donde trabajan”, puntualizó Escobar.

El consorcio vio la necesidad de implementar este proyecto debido a que la mayor migración del campo a la ciudad generó en los últimos años una presión adicional para mejorar las condiciones educativas en las zonas urbanas; para reducir la pobreza y porque un análisis de la Población Económicamente Activa del país mostró que “cerca del 70% de las personas ocupadas de entre 24 y 65 años de edad no tienen formación específica para el trabajo, y que solo tienen formación en primaria y/o secundaría”.

El Instituto técnico Ayacucho (La Paz) participa con tres de sus cinco carreras: Electromecánica, mecánica Automotriz y Construcción Civil. Para José Apala, director de este centro, estas iniciativas mejoran la calidad de enseñanza que se les da a los jóvenes y su aprendizaje, haciéndolos más competitivos en el mercado laboral. “Las empresas requieren de mejores profesionales, por lo que tenemos que fortalecer nuestro currículo, equipamiento y recursos humanos”, afirmó.

“Por lo menos el 70% de nuestros egresados salen directamente a trabajar en las empresas gracias a nuestros convenios”, destacó por su parte Nelson Acevey, director general del Instituto Superior Pascal (Tarija), que tiene a dos de sus seis carreras en el proyecto: Secretariado y Gastronomía.

El directivo agregó que destinó la mayor parte de su presupuesto a la adquisición de equipos, para que las clases sean más prácticas.

Víctor Hugo Rioja, director del Instituto tecnológico Sayarinapaj (“Para levantarse”, en quechua), ubicado en el municipio cochabambino de Quillacollo, sostuvo a su vez que el proyecto favorece a tres de sus siete carreras: Mecánica, Electricidad y Agropecuaria.

Este centro también tiene convenios para que sus egresados realicen pasantías en varias empresas con las opciones de ser luego contratados. Lo que más se requiere son equipos e infraestructura, subrayó. “Adquirir maquinaria ya representa un costo y mantenerla otro, por lo que estamos priorizando en máquinas y herramientas en las tres carreras”.

Carlos Magne, director administrativo del Instituto Superior de Comercio Insco-Ésae (Oruro), afirmó a su vez que se incluyó a tres de las cuatro carreras que dirige: Contaduría, Sistemas Informáticos y Secretariado ejecutivo, que pidieron equipamiento en sus laboratorios y una biblioteca virtual.

DATOS. Respecto a los cursos de actualización y capacitación de docentes dijo: “Se están liberando los fondos y empezando a ejecutar” como establece el proyecto.

Para alcanzar el fin primordial, la inserción laboral, se conformaron mesas multiactorales con el apoyo de la ONG Oxfam, en las que participan empresarios, institutos y estudiantes. En estos encuentros se hacen alianzas estratégicas para que los egresados encuentren fuentes de empleos.

A finales de agosto del próximo año culminarán las mesas multiactorales, en las que se evaluarán los avances y rendimientos de los estudiantes y docentes de estos institutos seleccionados. “Este proyecto durará tres años, pero se ha planificado que haya una extensión para trabajar con más institutos”, adelanto Mariela Fernández, especialista en Fortalecimiento Organizacional del cemse.

RESULTADOS PREVISTOS HASTA 2017

DEMANDA, Se prevé un 11,3% de incremento en la actividad laboral de los egresados de los 20 institutos.

SALARIOS, Se espera que el 75% de los egresados (hombres y mujeres) accedan a un trabajo con un nivel de ingreso mensual por encima al salario mínimo nacional.

TRABAJO, Se proyecta una mejora en calidad del 90% de los autoempleos y empleos.

PROYECTOS, Se prevé que al menos 18 institutos apliquen planes de mejora continua.

NECESIDAD, Se espera que todas las carreras técnicas respondan a la demanda del mercado.