Noticias

Enseñar y degustar de la miel

Compartir en:

Categorías

Categorías:

Fecha: 
27 Marzo, 2013

Fuente:

Juan Cruz Carbajal dice con orgullo que para él no es ningún obstáculo manejar tractor, moto, bicicleta y que es normal entrar en un apiario con 200.000 abejas en frente a pesar de no contar con una pierna.  Él es el actual facilitador de la carrera de apicultura en el municipio de Villa Montes de Tarija y presidente de la Asociación  de Apicultores del municipio.  Lo sorprendente de Juan Cruz es que a pesar de haber sufrido la picadura de una víbora en una pierna cuando tenía 19 años y haberle amputado la misma, demuestra a todos sus participantes y gente amiga que la miel es un regalo divino del que uno se puede ocupar, degustar y beneficiarse.

Se inició en el rubro en el año 2004 con la cooperación de Holanda que le brindó dos colmenas.  Desde esos años le gustó la apicultura y verificó, por propia experiencia, que la vegetación del lugar ya es una ventaja para quien quiera dedicarse a esta actividad.  Pasaron los años, nos cuenta, y  dados sus logros tuvo la fortuna de ver experiencias de apicultura en países como Paraguay  y Colombia; también participó en encuentros nacionales donde se fue formando.  Fue técnico de campo de la Asociación de Apicultores desde el año 2007 y lidera a un grupo de pobladores Weenhayek, hombres y mujeres, desde la gestión 2012 a quienes animó a participar de la carrera de apicultura, la misma que es impulsada por la Fundación FAUTAPO Chaco y que cuenta con el apoyo del programa de Formación Técnica Profesional de  la Cooperación Suiza en Bolivia.

“La persona que tenga un accidente  o que simplemente está viva debe tomar en cuenta que Dios brinda oportunidades”,  dice Don Juan convencido de que uno puede sacar adelante a su familia y añade que tiene dos hijos muy estudiosos, uno en la universidad y el otro  es un alumno destacado de colegio.  Sus bienes fueron logrados con su empeño, trabajo y su deleite para con la miel.

Don Juan visita a diario dos comunidades Weenhayek de un total de nueve que están a su cargo como facilitador de FAUTAPO.  En  cada  comunidad cuenta con alrededor de 15 personas que participan y a quiénes enseña todo sobre la captura, cría, producción  y mantenimiento de colmenas.   “Cada día visito las comunidades y primero avanzamos dos horas de teoría, luego entramos a la práctica misma”, explica Cruz.

Para conocimiento del lector Don Juan expuso que una colmena en producción tiene entre 40.000 a 50.000 abejas.  Una caja puede dar, en verano, alrededor de  los 16 litros de miel lo que significa 21 o 23 kilos de miel por caja.  Claro está, enfatiza Don Juan, que en lugares donde hay mayor experiencia se tiene tres cosechas que podrían significar 60 kilos de miel  en un año.  Según nos dice, éste es un negocio que puede dar sus buenos frutos económicos.

Al conversar sobre la calidad de la miel Don Juan nos reveló que el néctar de las flores de este lugar es muy dulce pero que el color de la miel varía de acuerdo a la vegetación circundante y temporadas del año.  “La miel clara sale en verano, la miel ámbar sale entre noviembre y diciembre, y la miel de primavera sale en septiembre que es oscura”.

Cuando observamos a Don Juan brindando sus clases, pudimos apreciar que  acentúa  en  la importancia de proteger el medio ambiente.  Indicó a sus participantes que muchos pobladores han deforestado algunas zonas sin tomar en cuenta que se pierde la flora  y fauna del lugar y principalmente la fuente de ingresos para muchas personas quienes necesitan de ingresos.  Igualmente recomendó a sus estudiantes que valoren su trabajo, destacando que esta es una actividad que fortalece la vida de los seres humanos, en su salud, en su economía y en su relación con el medio ambiente.

Para los Weenhayek este es un inició de formación técnica profesional que, desde ya podemos afirmar, tiene un buen sabor.

 

Fotos de Camiri y de apicultura, pinche aqui