Alicia: “Tengo contratos que ni me dejan dormir”

Alicia Hinojosa, recuerda que el 2010 definió ingresar a formarse en corte y confección, algo más de 20 compañeras también eran parte del curso y hoy algunas salieron del país, otras emprendieron sus negocios en el pueblo o simplemente ya tienen una herramienta con la cual sostenerse. 

“Salí y puse mi propio negocio porque los colegios ya nos hacían pedidos”, dice Alicia.  Por eso fue que decidió estar de lleno en este negocio y emprender este desafío.

Afirma que luego de haberse formado durante un año en corte y confección se sentía preparada para contar con su taller.  Compró dos máquinas con los ahorros que tenía, luego compro otras dos más con un préstamo que realizó del Fondo Financiero Prodem  y, para el 2012, compró una recta y una overlock con las ganancias obtenidas. “Las máquinas cuestan como 1.800 dólares”, explica.

 “Tengo  buenos contratos con dos colegios porque me piden los uniformes de los alumnos y de los  profesores”, dice Alicia quien, con dos niños a su cargo, reconoce que con esta profesión  puede destinar un tiempo a su familia aunque hay momentos en que confiesa “no tengo tiempo ni para dormir”, principalmente cuando tiene entregas urgentes.

Ella indica que cuando tiene un pedido importante, ella es quien realiza los cortes y sus asistentes el ensamblado respectivo de las prendas. Otras veces, también se asocia con sus amigas costureras, que también se formaron junto con ella, para entregar sus pedidos. También indica que ha obtenido ayuda de los técnicos de la Fundación FAUTAPO cuando lo ha requerido para  que la orienten en presupuestos y búsqueda de proveedores.

“Lamentablemente tenemos que mandar a hacer los bordados a la ciudad de Cochabamba y eso nos retrasa en las entregas”, dice Alicia.  El trabajo de bordar se lo realiza en máquinas que tienen un costo de 9.000 dólares y estas máquinas, por el momento, solo se tienen en la ciudad de Cochabamba, expone Alicia.

Hoy, lo que gana le sirve para mantener a su familia pero también para contratar a otras costureras que saben de este trabajo. 

Aiquile, es uno de más de 40 Municipios que cuenta con el apoyo del proyecto Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, a través de la Fundación FAUTAPO.  La Cooperación apoya en la innovación de los contenidos y currículos de formación, en la capacitación de los docentes, en  la dotación de maquinarias e  insumos, para el desarrollo de ofertas de formación en Centros de Educación Alternativa del sistema público de educación, en el marco de las políticas de educación para la producción que impulsa el gobierno nacional.